26 de noviembre de 2008

Semana del 17 de noviembre de 2008


La semana del 17 de noviembre ha sido una semana muy importante ya que finalmente nos ha llegado el motor, un Volvo D2-55 que nos debe dar tranquilidad si cogemos mal tiempo y hacemos transportes largos. Esperando el motor, se han quitado los aislantes laterales de la caja del motor y se han desmontado todos los tornillos, arandelas,...que durante estos últimos 30 años se habían ido quedando puestos en los laterales (ya sea para sujetar bombas eléctricas, filtros,...) y también hemos desmontado las dos luces "abandonadas" de habían en la parte posterior del techo de la caja del motor.

Aprovechando el hueco vacío del motor, hemos decidido limpiar toda la zona de popa, desmontando el depósito de gasoil y todos los tubos de escape (casi todos podridos...). El depósito es de acero inoxidable y quedaba escondido detrás del motor. Nuestra sopresa ha sido encontrarlo casi lleno de gasoil, calculamos unos 90 litros, que hemos tenido que ir sacando poco a poco con cubos, para llevarlo a la zona habilitada de recogida de residuos. Una vez el depósito ha estado vacío, lo hemos sacado al exterior, lo hemos limpiado y la verdad es que ha quedado casi nuevo...ahi quedan un par de horas de frotar con paciencia.

Con el cambio de motor, vamos a cambiar también las pletinas, la bocina y el eje, que lo pondremos de 30 en lugar de 28. Sacar el eje de bronce ha sido otra aventura ya que con el paso de los años, todos los componentes estaban casi soldados entre ellos. Finalmente, ante la imposibilidad de desmontar, hemos conseguido una sierra y hemos cortado el eje, que guardaremos como recuerdo junto con la hélice de tres palas.

En horas sueltas y con un trapo y crema limpiadora, hemos ido recuperando el suelo original con anillas de bronce que estaban en un estado pésimo. Hay que desmontar de cada pieza de madera y de bronce y limpiarlas por separado. La verdad es que acabas con la mano dolorida pero el resultado es muy prometedor.

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