25 de febrero de 2008

Regata 200 millas a Dos del CN Altea


El 22 y 23 de Febrero de 2008 tuvo lugar la regata 200 Millas a Dos, prueba de invierno de referencia en la zona de Levante y puntuable para el Campeonato de España a Dos. Participaron 33 embarcaciones, tanto esponsorizadas como privadas, que representaban a Clubes de la Comunidad Valenciana, de Cataluña y Baleares, y la prueba se caracterizó por desarrollarse con una enorme competitividad. El recorrido consistió en salir desde el CN Altea para virar la Isla de Ibiza por estribor y volver a Altea.

Nuestra embarcación, Almaran, representando al CN Balis, llegó en tercer lugar de la Clasificación General y en este resumen queremos explicar la preparación y desarrollo de la regata desde el punto de vista del Navegante.

Las semanas anteriores a la regata estuvimos muy pendientes de los diferentes partes meteorológicos y predicciones de viento (webs wingruru, ugrib, inm,…) ya que un fuerte temporal de Levante parecía poder afectar el desarrollo de la regata. Lo importante para nosotros no era únicamente ver el parte previsto, sino comparar las predicciones de los días anteriores y ver si la borrasca avanzaba a menor o mayor velocidad con respecto a las predicciones iniciales. Y así, con la última previsión del 22 de Febrero, intentar prever cómo podría afectar el hecho de que las borrascas se adelantaran o no a la última previsión.

Asimismo, revisamos en detalle las previsiones no sólo de viento sino, especialmente de corriente. Al haberse sucedido varios días de borrascas antes de la regata, era previsible una influencia de corriente que podría afectar a nuestra velocidad y rumbo efectivo.

Con todo ello, el 22 de Febrero el parte a 24h y 48h era claro, un viento del nordeste de 15 a 20 nudos de intensidad durante el día con una claro role de 90 grados al este-sudeste (al paso del frente de borrasca) por la tarde y progresivos roles en ambas direcciones. A las 36h se mantenía un parte del sudeste con tendencia a sur.

La noche antes de la regata, después de pasar la revisión de seguridad, haber precintado el motor, revisada tanto la maniobra como la embarcación en su conjunto, decidimos dar una vuelta por nuestro pantalán. Eran pasadas a las 21:30h y al menos en tres embarcaciones vimos que había ordenadores a bordo y que los patrones estaban revisando precisamente lo mismo que nosotros, el último parte meteorológico y las predicciones “in situ”. Sin duda, muchas embarcaciones se estaban preparando concienzudamente la regata.

A la mañana siguiente, la regata empezó de forma puntual a las 12h y al superar la boya de desmarque la flota se separó en dos grupos muy diferenciados. La flota de X-35 y la mayoría de los Beneteau First 40.7 tomaron rumbo hacia mar (que era el rumbo más directo y, con un parte meteorológico que preveía role de derechas, parecía el más acertado). Se fueron distanciando amurados a babor con una intensidad de viento de 15- 20 nudos del nordeste. El resto de la flota fue remontando haciendo bordos por la costa; que fue nuestra elección ya que, con una menor eslora (34 pies), decidimos no salir enseguida a mar abierto sino navegar amurados a estribor costeando hasta Cabo Nao, buscando separarnos de la costa en el punto más cercano a Ibiza y así estar menos tiempo afectados por la corriente en contra (debido a la borrasca de días anteriores). Adicionalmente, aunque el parte era claro del nordeste desde primeras horas con role de derechas a primera hora de la tarde, al ver que el viento no entraba de forma estable hasta las 11h, pensamos que el viento sería más estable por tierra y que el role de derechas anunciado por la tarde se produciría entrada la noche. Con estos pensamientos, decidimos mantener nuestra posición a babor del campo de regatas pero sin buscar los extremos.

A mediodía, con el viento estabilizándose, se produjo un role progresivo de 30 grados de izquierdas, por lo que todas las embarcaciones que habíamos tomado el rumbo a Cabo Nao pudimos ceñir hacia Ibiza con rumbo mucho más directo que los que habían tomado rumbo a mar al empezar la regata. Luego al finalizar la tarde, entró el role previsto y el viento se volvió a ir a la derecha 40 grados. El Almaran en ese momento se acercaba a Ibiza por sotavento por lo que decidimos mantener nuestra posición a contrarole para que, una vez virados, pudiéramos subir amurados a estribor en un rumbo más directo a Ibiza.

Estos dos importantes roles durante el día 22 condicionaron de forma significativa la posición de las embarcaciones. Así, a 10 millas de Ibiza, las embarcaciones que habíamos navegado hacia Cabo Nao liderábamos la flota, mientras que los X-35 y 40.7 que se habían dirigido a mar abierto desde el principio, empezaban a cruzarnos por la popa. El resultado era esperanzador, el Almaran, de 34 pies, montaba el primer punto de paso de la Isla de Ibiza en novena posición en tiempo real, por delante de numerosos barcos de mayor eslora. El esfuerzo de una navegación al máximo y sin descanso empezaba a verse recompensada.

Lo que nadie se esperaba era encontrarnos con una encalmada muy importante en Ibiza. Algunos nos mantuvimos alejados de la costa intentando no caer en un vacío de viento dado que la dirección del viento era del nord-este por lo que la Isla hacía de pantalla con respecto al viento. Otros, en cambio, pudieron aprovechar el viento térmico cerca de tierra y avanzar a 3-4 nudos mientras los demás estábamos prácticamente parados.

Durante la noche fuimos progresivamente superando la Isla de Ibiza para, bien entrada la mañana, poner rumbo a Formetera, con un viento de 12 nudos.

Al superar los Freus, la mayoría de las embarcaciones optaron por arriar spi y hacer el través hacia la boya de paso en Formentera con Génova, no obstante, nosotros optamos por mantener el spi dado que, aunque el rumbo era muy cerrado (65º), la inexistencia de oleaje nos permitió controlar las sucesivas rachas en la entrada en la bahía. Íbamos con una escora más que considerable, con la mayor en banda y la contra totalmente suelta y con el spi con mucha presión. Finalmente ganamos unos metros adicionales al salir con mucha velocidad de la boya de Formentera con el espi izado.

Bajando en popa hacia Altea el rumbo era directo pero había bastante mar de las borrascas de días anteriores y la corriente venía del través por lo que a partir de 160º se hacía muy complicado controlar la embarcación ya que, al ir más en popa, se reducía la velocidad y las olas cruzadas hacían que el balanceo fuera considerable. Dicha situación se fue agravando al incrementar el oleaje al alejarnos de Ibiza y entrar en mar abierto. Por ello optamos por orzar algo más del rumbo “teórico” para incrementar la velocidad, crear más aparente y superar mejor la ola.

Esta decisión se mostró muy acertada ya que sólo en una ocasión se nos lió el spi en el estay y una rápida reacción permitió desenredarlo antes que fuese demasiado tarde. Nuestro principal competidor por la tercera plaza, un First 40.7 con el que íbamos prácticamente empatados en tiempo compensado desde la noche anterior, perdió todas las opciones por la cuarta plaza cuando se le lió el spi y estuvo más de una hora para poder arriarlo, según nos comentó a la llegada.

La noche fue muy movida con rachas de 15 – 20 nudos con más olas que viento pero con una gran satisfacción cuando conseguías situar la embarcación sobre una ola y “surfearla”.

Finalmente nos acercamos a Altea con la misma intensidad de viento pero con un ángulo más cerrado, lo que nos puso al límite del spi. Aguantamos lo que pudimos ya que, sin olas en la bahía, estábamos haciendo velocidades de 8,4 nudos pero una racha fuerte y una orzada repentina sin llegar a ser “luff” nos convenció que la siguiente racha no la salvaríamos, así que caímos 20º respecto al rumbo debido y bajamos el spi, desventado por la mayor. Sólo con la mayor íbamos a 7,2 nudos pero, dado que al menos faltaban 8 millas, decidimos izar el Génova 3 con sables.

El colofón de la regata fue que, faltando menos de 1 milla, entramos en un agujero de viento que nos dejó prácticamente parados (léase peeling de Génova 3 a Génova Ligero)…y cruzamos la línea de llegada “colgados” de los obenques de sotavento y aprovechando la corriente!!

Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando, al cabo de un par de minutos de haber llegado, y mientras nos desprecintaban el motor, vimos llegar al Alba (ganador de la regata!) “a todo trapo” con Spi, habiendo encontrado un canal de viento que les permitió evitar la encalmada final!

En resumen, una regata llena de estrategia para los navegantes, fuertes roladas de viento y cambios de intensidad, mucho mar, algunos delfines y una tortuga que conseguimos esquivar!!