Por fin el barco al agua!!!!! Tras cuatro meses en el varadero de Port Ginesta haciendo diferentes actuaciones y con la gran profesionalidad de todos los que han participado (Emilio “padre”, Joaquín, Emilio, Alfonso, ...) y en su fase final, Abel y Alberto, el pasado día 13 de enero de 2009 se procedió a botar nuevamente la embarcación. La maniobra se realizó impecablemente gracias a la profesionalidad de los integrantes del equipo del varadero de Port Ginesta (José y Angel). El nuevo Almaran volvía al agua tras un largo periodo de tiempo en dique seco. Os recordamos que durante los últimos cinco años, la embarcación estuvo guardada en una nave industrial de una población italiana y por ello el volver a su entorno natural es una gran noticia.
Si bien en el primer momento se identificaron algunas vías de agua, gran parte de ellas se fueron cerrando por si solas por la humedad de las propias tablas del casco. Únicamente se identificó una zona próxima al eje del timón por la cual la vía de agua no se reducía, y se procedió a colocar una masilla para minimizar la entrada de agua.
Al día siguiente era el momento de “pinchar” el mástil. Un mástil de madera de 19 metros!!! La maniobra era muy delicada y para ello se confió la labor a unos expertos en este tipo de actuaciones, Oriol e Iván, juntamente con uno de los expertos “gruistas” en colocación de mástiles, fueron los responsables de que una maniobra tan delicada como la prevista, se realizase sin ningún tipo de incidencia y con máxima precisión.
Nuevamente el Almaran es un velero!!!!
Todavía queda mucho trabajo que realizar y que seguiremos informando, pero al menos el barco está donde deben estar los barcos, es decir en el agua.
Si bien en el primer momento se identificaron algunas vías de agua, gran parte de ellas se fueron cerrando por si solas por la humedad de las propias tablas del casco. Únicamente se identificó una zona próxima al eje del timón por la cual la vía de agua no se reducía, y se procedió a colocar una masilla para minimizar la entrada de agua.
Al día siguiente era el momento de “pinchar” el mástil. Un mástil de madera de 19 metros!!! La maniobra era muy delicada y para ello se confió la labor a unos expertos en este tipo de actuaciones, Oriol e Iván, juntamente con uno de los expertos “gruistas” en colocación de mástiles, fueron los responsables de que una maniobra tan delicada como la prevista, se realizase sin ningún tipo de incidencia y con máxima precisión.
Nuevamente el Almaran es un velero!!!!
Todavía queda mucho trabajo que realizar y que seguiremos informando, pero al menos el barco está donde deben estar los barcos, es decir en el agua.
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